miércoles, 15 de octubre de 2008

Camino Varones 2008


Caminito al costado del junco
alli supe estar
buscando un grupo
el celu tuve q dejar..
mas hora no hay!

charlas escuche
a Dios adore
el apoyo fue bueno
mas no me queje
silencio tuve que hacer
para poder comer

me gusto el fulbo'
el caldito no
la cama hacia ruido
y la bestia ronco
el diacono metio presion
y al diego adoro

cai al fogon
despues del perdon
los olores abundan
en la habitacion
ya es domingo
todo termino
a la clausura me voy


martes, 23 de septiembre de 2008

CHE



(1928-1967). Revolucionario y líder político latinoamericano, cuya negativa a adherirse tanto al capitalismo como al comunismo ortodoxo le convirtió en un héroe de los nuevos grupos izquierdistas que surgieron en la década de 1960.
Nació el 14 de Junio de 1928 en Rosario, provincia de Santa Fé (Argentina) y obtuvo el Doctorado en Medicina por la Universidad de Buenos Aires en 1953. Convencido de que la revolución era la única solución posible para acabar con las injusticias sociales existentes en Latinoamérica, en 1954 marchó a México, donde se unió al Movimiento 26 de Julio, grupo integrado por revolucionarios cubanos exiliados a las órdenes de Fidel Castro. A finales de la década de 1950, jugó un importante papel en la lucha de guerrillas iniciada por Castro contra el dictador cubano Fulgencio Batista.
Desapareció de Cuba en 1965, reapareciendo al año siguiente en Bolivia, como líder de los campesinos y mineros bolivianos contrarios al gobierno militar. Fue capturado por el Ejército boliviano y fusilado cerca de Vallegrande el 9 de octubre de 1967.


10 frases

• "Prefiero morir de pie, a vivir arrodillado."
• "Todos los días la gente se arregla el cabello, ¿por qué no el corazón?"
• "Endurecerse sin perder la ternura jamás"
• "Seamos realistas y hagamos lo imposible"
• "Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro."
• "La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella"
• "Podrán morir las personas, pero jamás sus ideas."
• "Estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los países de latinoamérica."
• "En una revolución se triunfa o se muere, si esta es verdadera"

Si avanzo, sigueme.
Si me paro, empujame.
Si retrocedo, matame.




miércoles, 10 de septiembre de 2008

Camino de Vida


Si sos Varón y tenes entre 15 y 18 años
te invitamos a CAMINO DE VIDA.
En la casa de Retiros Acantilados.
Los días 10, 11 y 12 de Octubre.

Camino es un encuentro, realizado por el movimiento juvenil Diocesano, asesorado por el Pbro. Ariel Sueiro.
3 días, alejados de la realidad que nos rodea, aprieta y ahoga.
3 días, donde nos damos la posibilidad de reflexionar sobre nuestra vida.
3 días, para llegar a comprender y tener un mayor acercamiento con los demas
3 días, para descubrir que dentro de nuestro andar, hay un rumbo diferente.

domingo, 7 de septiembre de 2008

El otro !


La culpa de todo la tiene el ministro de Economía dijo uno.
-¡No señor! dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa de todo la tienen los evasores.
-¡Mentiras! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y el otro 50 por ciento también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuesto.
-¡Falso! dijeron los de la DGI mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.
-¡Pero, por favor...! dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas públicas. La culpa de todo la tienen los de la patria financiera.

¡Calumnias! dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.

¡Se equivoca! dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba "Haga su propio curro" pero que, en realidad, sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.
¡No es cierto! dijo un empleado público mientas con una mano se rascaba el pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.
¡Eso es pura maldad! dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de la tierra que no nos dejaron nada.
¡Patrañas! dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.
¡Perversos! dijeron los del politburó local mientras bajaban línea para elaborar el duelo. La culpa de todo la tiene la guerrilla trotskista.
¡Verso! dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.

¡Malvados! dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.

¡Racistas! dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano del Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.
¡Blasfemia! dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.
¡Error! dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruido y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.
¡Infamia! dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.
¡Me ofenden! dijo un ladrón mientras arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tienen los policías que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.
¡Minga! dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.

¡Desacato! dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas fojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y los salvadores de la patria.
¡Negativo! dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.
¡Ustedes están del coco! dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir.La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.
¡Embusteros! dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial.La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.

¡Censura! dijo un periodista mientras, con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo.

Thats not true! dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida. The ones to blame are the sepoy, that allowed us to take even the cat .

¡Infundios! dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya
¡Ridículo! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.
¡Cobardes! dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por escribir boludeces.

¡Paren la mano! dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quién tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene El Otro.

¡EL Otro siempre tiene la culpa!

¡Eso, eso! exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro.
Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar: ¡Qué flor de guacho que resultó ser....

Nota UG: Monólogo del desaparecido actor cómico argentino TATO BORES

viernes, 5 de septiembre de 2008

Quiero Guerras

Llevo horas y horas en mi lecho
con la ansiedad de sentir de nuevo lo que jamas sentí
Dando gracias por mi maíz y techo
ayudando a un antiguo amigo
Prosperando junto a mis sanguíneos
gastando mis ojos en textos
Jugando con los que me cruzo
apoyando a los que me acompañan.

Camino de soles y espinas
puede que mis piernas flaqueen

Sin razón, sigo.

Hoy tengo ganas de gritar
de descubrir aromas
Aquellos que se encuentran
solo si los buscas.

Quiero Guerras.

Tengo miedo, pero las quiero
vibrar junto al privilegiado dolor
que es mi gran indicio gran
que piso tierra.

Exalá!

Armar mi propia sinfonía
alguna ya escuchada

Horizonte.

No saber a donde ir
pero llegar.

Ser la alegria, la esperanza
subir el volumen de la ansiedad
pisar la arrogancia.

Destellar intuiciones
improvisación violinistica.

Silencio, Actitud.




jueves, 4 de septiembre de 2008

Balada para mi muerte


Que mejor que empezar algo sabiendo su final.

Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.

Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis.

Hoy que Dios me deja de soñar,
a mi olvido iré por Santa Fe,
sé que en nuestra esquina vos ya estás
toda de tristeza, hasta los pies.
Abrazame fuerte que por dentro
me oigo muertes, viejas muertes,
agrediendo lo que amé.
Alma mía, vamos yendo,
llega el día, no llorés.

Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
que es la hora en que mueren los que saben morir.
Flotará en mi silencio la mufa perfumada
de aquel verso que nunca yo te supe decir.

Andaré tantas cuadras y allá en la plaza Francia,
como sombras fugadas de un cansado ballet,
repitiendo tu nombre por una calle blanca,
se me irán los recuerdos en puntitas de pie.

Moriré en Buenos Aires, será de madrugada,
guardaré mansamente las cosas de vivir,
mi pequeña poesía de adioses y de balas,
mi tabaco, mi tango, mi puñado de esplín.

Me pondré por los hombros, de abrigo, toda el alba,
mi penúltimo whisky quedará sin beber,
llegará, tangamente, mi muerte enamorada,
yo estaré muerto, en punto, cuando sean las seis,
cuando sean las seis, ¡cuando sean las seis!